Coquena

Es el mismo mito de Llastay, pero circunscripto más al noroeste del país, donde es considerada como la divinidad protectora de las vicuñas y guanacos.// "Coquena vagabundea por los cerros durante la noche, conduciendo rebaños cargados de oro y plata -dice Carlos Ibarguren-. Los bagajes están atados con víboras a guisa de cuerdas. En sus correrías nocturnas, el dios conduce metales de todas las minas cordilleranas a la de Potosí para que su riqueza nunca se agote... el encuentro con esta divinidad es augurio nefasto;  a la vista del hombre ella desaparece, transformándose en  un aire, en un espíritu -dicen los indios-, los lleva se ocultan, y las vicuñas divinas muestran solamente los rastros de la preciosa carga, con el lomo marcado y sudoroso. Coquena otorga bienes con largueza e inflige castigos sin piedad; él sorprendió en Tilcara, villorio de Humahuaca, a un diestro cazador que había sacrificado muchas vicuñas y le dio para que abandonara la destructora ocupación una grey cargada de plata. El afortunado relató su aventura a un indio rapaz, y éste, para obtener otro tanto, decidióse a la matanza de vicuñas". Coquena, irritado, apareció en la montaña, aprisionó al codicioso y lo condenó a la perpetua servidumbre de pastorear ganado. El indio no volvió jamás a su aldea, y a veces, a la luz de la luna, se le divisa por las cuestas, impreciso como una sombra, arreando penosamente el rebaño mitológico".